Historias perfumadas: el arte de Mathilde Bijaoui

En el corazón de París, donde el arte y el aroma se entrelazan, Mathilde Bijaoui crea fragancias que son más que simples aromas: son narrativas que evocan emoción, memoria e imaginación. Sus creaciones son cuentos olfativos, cada frasco es un capítulo de una novela sensorial que invita a quien lo usa a embarcarse en un viaje personal.

La pasión de Mathilde por la perfumería se encendió durante una visita de su infancia a la Osmothèque en Versalles, un conservatorio dedicado a preservar fragancias históricas. Esta experiencia le reveló el profundo potencial narrativo de los aromas y la encaminó a convertirse en perfumista. Perfeccionó su técnica en ISIPCA, la reconocida escuela de perfumería francesa, y se unió a la casa de fragancias MANE en 2004. Su herencia diversa, con un padre norteafricano y una madre francesa, infunde su obra con un rico tapiz de influencias culturales.

El enfoque de Mathilde para la creación de fragancias es profundamente sinestésico; percibe los aromas en colores y texturas, lo que le permite componer perfumes que resuenan en múltiples niveles sensoriales. Sus composiciones a menudo combinan elementos inesperados, creando contrastes armoniosos que sorprenden y deleitan.

Una de sus obras más aclamadas es "Like This", una colaboración con la actriz Tilda Swinton para Etat Libre d'Orange. Esta fragancia captura la calidez y la comodidad del hogar, combinando notas de calabaza, jengibre y siempreviva para evocar una acogedora sensación de familiaridad. Otra creación destacada es "Gris Charnel" para BDK Parfums, una fragancia que combina higo, té negro y sándalo para evocar el ambiente de una velada parisina.

El portafolio de Mathilde es extenso e incluye colaboraciones con Jo Malone, donde creó "Myrrh & Tonka", una fragancia rica y envolvente que equilibra la profundidad resinosa de la mirra con la cremosa dulzura del haba tonka. Su trabajo con Zadig & Voltaire dio como resultado "This is Us!", una fragancia unisex que encarna la libertad juvenil con notas de vainilla, sándalo y almizcle.

Sus creaciones no se limitan a un solo estilo o tema; reflejan una gama dinámica de inspiraciones, desde el encanto terroso de "Velvet Oriental Musk" para Dolce & Gabbana hasta la elegancia etérea de "Magnolia Rosae" para Lancôme. Cada fragancia es un testimonio de su capacidad para traducir emociones y conceptos complejos en experiencias olfativas.

La dedicación de Mathilde a su oficio va más allá del laboratorio. Participa en talleres olfativos destinados a mejorar el bienestar, especialmente para personas que reciben tratamientos médicos. A través de estas iniciativas, aprovecha el poder terapéutico del aroma para brindar consuelo y conexión.

En cada botella que crea, Mathilde Bijaoui ofrece más que una fragancia; ofrece una historia, una emoción, una obra de arte que perdura en la memoria mucho después de que el aroma se haya desvanecido. Su obra nos invita a explorar las profundas maneras en que el aroma moldea nuestras experiencias y nos conecta con el mundo que nos rodea.